
nació sin miedo,
sóla,
como en un instante,
como una gota de rocío,
como un reflejo...
callado y quieto,
como un giro, una mirada,
como una lágrima callada
sin rituales,
sin dioses,
sin llantos
sin lamentos.
Y vino a mi,
y fue tan mía y de nadie
que el tiempo se paró
y fuimos ella y yo
sentí mi sangre.
Ella me miró, yo la amé
dejé de ser yo, fundimos la piel
A Siria
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